Aludimos nuestras vidas a esas pequeñas luces que aparecen cuando cerramos los ojos.
Nos refugiamos en esperanzas incompletas, sabiendo que tendríamos el agua saciando nuestra sed.
¿Adónde viajan nuestras metáforas cuando no encontramos realidad?
¿Podrán nuestros sueños dormir en la mirada de una textura afuera de nosotros mismos?